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| Extraído de la web |
Mi
sabiduría viene de esta tierra
La
Universidad Nacional de Salta (UNSa) surgió sobre las sobre las bases de
instituciones de investigación y de docencia universitaria pre-existentes, las
que prestaron el aval de su trayectoria académica y el aporte de sus equipos humanos,
de su equipamiento físico y sus partidas presupuestarias.
Es
imposible o por lo menos yo no puedo blasonar el escudo de la UNSa, aunque
dentro de las casas de alto estudio es un diseño original.
El
escudo fue compuesto por Osvaldo Juane, artista plástico. En su creación se
plasmo el ser argentino y latinoamericano, y a su vez presentar una marcada pertenecía
cultural, geográfica e histórica, de los pueblos, naciones y etnias, que
conforman la región donde esta emplazada la UNSa. Pues la UNSa irradia sus conocimientos
y egresados más allá de la tierra gaucha. La expresión sintetizada en su lema “MI
SABIDURÍA VIENE DE ESTA TIERRA”. Frase acuñada por el poeta y escritor salteño
Manuel J. Castilla. Es el más claro ejemplo de la simplicidad del
emblema en todo su conjunto.
En
el dibujo se puede apreciar el sol radiante, identificado con el Inti, que
alguna vez pobló estas tierras. Se aprecia una cadena de cerros que es la que
colinda hacia el oeste con la Ciudad de Salta. Luego podemos observa una serie
de edificios en los cuales se distingue, el cabildo salteño en el centro, la
iglesia del Convento de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, popularmente conocida como capilla
del Convento San Bernardo, entre otras edificaciones. Se puede aprecia nítidamente
la presencia de palmeras, sin lugar a duda una clara referencia a la plaza
principal de la Ciudad de Salta, Plaza 9 de Julio. Luego sigue una guarda con
motivos autóctonos. A continuación el lema de la UNSa “MI SABIDURÍA VIENE DE
ESTA TIERRA”. Por ultimo 6 edificaciones sobre un campo con flores. Y para
terminar en punta con ondas de aguas. Cierra todo el conjunto en la punta del
escudo la leyenda UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA.
Por
ultimo en el escudo se puede apreciar mágicamente, una simbología y un sentido expresados
en los siguientes versos:
“…Me asomo a la
vertientes para beber
en la montaña,
y busco el eco
de las piedras cayendo
por los ríos.
Siento el relincho
del espanto que
rueda;
la última
carrera…”
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