Sin lugar a duda el Club Juventud Antoniana es una impronta con historia, fundado por un grupo de sacerdotes de la Orden de San Francisco con la intención de formar un centro destinado a alejar a la juventud salteña de las malas costumbres.
De esta manera el 12 de enero de 1916 con la bendición del entonces Obispo de Salta Mons. Gregorio Romero y con la dispensa papal se da inicio a esta obra.
En un principio funciono como un centro de danzas, bailes tradicionales y teatro, entre otras actividades. Hacía 1917 la comisión directiva impuso el nombre de Club Atlético Juventud Antoniana. Luego adoptaría el nombre que usa actualmente Fray Honorato Pistoia.
El estadio lleva el nombre del padre, del asesor, del compañero, del consejero, del amigo, pero sobre todo del hincha santo. Fray Honorato Pistoia fue un sacerdote franciscano, venido desde su Italia para trabajar en el convento de la Orden y en sus respectivos establecimientos. Cuentan las mentas de los abuelos, que Honorato asistía a cada encuentro que "su equipo" jugaba, no era raro verlo arengar al equipo en su media lengua tana-española. A la hora de las anotaciones era un jolgorio para el y sus ocasionales acompañantes. Su sello particular de festejo era revolotear su gorra o su infaltable campera azul.
La institución antoniana porta como distintivo un escudo tronchado en barra 1° de azur, 2° de plata, cargada de la letras CJA en letras de azur y 3° de marrón.
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